«La angustia normalmente tiene un efecto paralizante, mientras que la ansiedad activa reacciones motoras de sobresalto, que impulsa a buscar soluciones para enfrentar la amenaza o huir de ella”, explica el especialista.

Francisco Folch, psicólogo de la Clínica Alemana Valdivia, señala que en esta época, lo primero que se debe comprender es que hay una diferencia entre angustia y ansiedad. “Es sumamente importante saber reconocer lo que a las personas le sucede. La angustia normalmente tiene un efecto paralizante, mientras que la ansiedad activa reacciones motoras de sobresalto, que impulsa a buscar soluciones para enfrentar la amenaza o huir de ella”, explica.

De ese modo, dice, la persona angustiada suele bloquearse y no puede hacer más de una tarea a la vez; mientras que la persona ansiosa siente una activación interior que la lleva involucrarse en varias tareas para canalizar esa energía.

El psicólogo afirma que en la angustia existe un predominio de los síntomas físicos que se viven de manera particularmente intensa. Por su parte en la ansiedad se hacen más presentes los síntomas psicológicos, como la preocupación por el futuro y la sensación de aprensión.

“La angustia suele hacer que la persona perciba con menor nitidez lo que está ocurriendo, en un intento por protegerse de una situación con la que no es capaz de lidiar. Por el contrario, la ansiedad normalmente aguza los sentidos y los fenómenos se perciben con mayor claridad”, sostiene.

A su juicio, siempre es recomendable manejar la angustia o ansiedad. “No busques eliminarla porque no se puede; la estrategia está en el afrontamiento”, resalta.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *