Si puede prescindir del auto algunos días y realizar un transporte activo en bicicleta o una caminata o bien bajarse antes de la locomoción colectiva, habrá acumulado actividad física durante las primeras horas de la mañana, dice Cristian Oñate Navarrete, kinesiólogo  de la Universidad Católica Temuco.

 

Cristian Oñate Navarrete, Kinesiólogo.
Magister en docencia universitaria, Master Universitario en actividad
física y educación. Docente Universidad Católica Temuco.

¿Ha considerado cuánto tiempo permanece sentado/a en su trabajo? Quizás está leyendo esta nota en esa postura, sin tener conciencia de que ha estado entre seis y ocho horas en una misma posición, cinco días a la semana.

Además de ser agotador, trae consigo repercusiones negativas para la salud, como problemas posturales, disminución de la fuerza muscular y obesidad, por mencionar algunas. Entonces ¿cómo se puede disminuir el número de horas en que permanecemos en esa posición?

Comencemos evaluando cómo llega a su trabajo. Si puede prescindir del auto algunos días y realizar un transporte activo en bicicleta o una caminata o bien bajarse antes de la locomoción colectiva, habrá acumulado actividad física durante las primeras horas de la mañana.

La evidencia científica señala que caminar entre 8.000 y 12.000 pasos diarios reduce significativamente el riesgo de mortalidad por todas las causas. ¿Qué sucede con la bicicleta? Los efectos positivos se asocian a mejoras en la salud cardiovascular y mental y a disminución del estrés.

AL LLEGAR

Ahora imagine que llegó a su trabajo. Si por sus características, éste implica estar sentado/a gran parte del día, evite pasar más de una hora en esa posición sin tomar al menos 10 minutos para levantarse de la silla y mover su cuerpo.
Para esto, deberá implementar “pausas activas”, es decir, tiempos dentro de la rutina laboral que disminuyan los factores de riesgo generados por la sobrecarga de trabajo.

Estas pausas de descanso activo duran entre 10 y 15 minutos e incorporan actividades lúdicas con compañeros de trabajo, ejercicios de movilización articular, elongaciones, entre otros, ejecutados en el puesto de trabajo o bien en otro espacio habilitado para ello.

No se requiere ropa deportiva; solo se necesita tener motivación. En este aspecto, las pausas activas favorecen un clima laboral positivo y aumentan los niveles de productividad y de concentración. Permiten, además, acumular mayor actividad física al finalizar la jornada laboral, y promueven la práctica de la actividad física regular como un hábito saludable que tiene efectos positivos en el corto, mediano y largo plazo.

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