Los períodos de confinamiento dejarán consecuencias negativas en algunos casos (…) Con posterioridad, la pregunta que se debe resolver será: ¿Cantidad o calidad de ejercicio?

Mauricio Cresp Barria, Magister Pedagogía en Educación
Física / Condición física y salud. Doctor Ciencias de la
Motricidad Humana, Facultad de Educación,
Universidad Católica de Temuco.

Las etapas de la niñez y de la adolescencia son muy importantes para el desarrollo de las habilidades motoras o de movimiento, siendo también un periodo fundamental para aprender y afianzar conductas saludables. Estas deben estar orientadas a establecer la base de la salud del futuro adulto, promoviendo hábitos de vida saludable que prioricen los comportamientos orientados al autocuidado.

El ejercicio físico mejora la salud músculo-esquelética, cardiaca, metabólica, psicológica, al disminuir la fatiga y aumentar el ánimo, pues se modifica la estimulación neurofisiológica que mejora aspectos cognoscitivos de las funciones de la memoria, de velocidad de procesamiento y, por ende, la capacidad de atención y rendimiento académico.

Los períodos de confinamiento dejarán consecuencias negativas en algunos casos, pues fomentarán aprendizajes de comportamientos sedentarios y de acumulación de más tiempo de ocio improductivo.

Se observarán consecuencias sobre el estado nutricional, una menor aptitud cardiorrespiratoria, trastornos de déficit de ejercicio (condición caracterizada por la disminución del nivel de actividad física por debajo de lo recomendado), analfabetismo motriz (disminución del desarrollo de las habilidades y las destrezas que corresponden a cada edad que se obtienen mediante una educación física de calidad) y dinapenia pediátrica, fenómeno que se caracteriza por bajos niveles de fuerza y potencia que no son consecuencia de una enfermedad y que generan limitaciones funcionales en el rendimiento de las habilidades motrices, así como alteraciones cardiometabólicas.

¿DESPUÉS QUÉ?

Con posterioridad a los períodos de confinamiento, la pregunta que se debe resolver será: ¿Cantidad o calidad de ejercicio? La evidencia científica indica que debemos avanzar hacia programas de ejercicio físico o clases de educación física adaptadas a las características de aprendizaje, fisiológicas y motoras de los educandos, que promuevan la actividad enzimática y biogénesis mitocondrial para el mejoramiento de la salud.

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