La academia también dice presente en “CUÍDAME, CUÍDANOS, CUÍDATE”, pues se trata de un ámbito que ya está abordando en las casas de estudio superiores. Así lo señala David Figueroa, vicerrector Académico de la Universidad Católica de Temuco, quien cuenta que hace un par de años crearon la Mesa de Salud Mental al interior de la Facultad de Salud, como una manera de contribuir con sus estudiantes en el marco de la promoción y la prevención.
Hoy, en el contexto de la pandemia está convencido que cualquier campaña que se enfoque en los problemas emocionales, es bienvenida y se agradece. “El coronavirus ha sido un factor súper perturbador de la sociedad chilena. Y lo que vemos es que en la postpandemia, uno de los grandes temas que vamos a tener que abordar se relaciona con la salud mental. Ya se están incrementando los cuadros de ansiedad, insomnio, depresión, temores, fobias…lo interesante es que con algunas recomendaciones se puede recuperar mucho en cuanto a la calidad de vida”, reconoce.
A su modo de ver, visibilizar estas realidades desde el plano de las recomendaciones y los consejos puede ser muy interesante de cara a lo que viene en Chile. “Una de las cosas que nos deja la pandemia, mirado desde una perspectiva positiva, es que finalmente la gente va a tener la confianza para reconocer y señalar los problemas de salud mental que está sufriendo, porque muchas veces se esconden por estigmas, prejuicios o causas sociales. Y es ahí donde los cuadros se agudizan y pueden llegar a situaciones extremas”, advierte.
Para Bertha Escobar, decana de la Facultad de Salud de la Universidad Católica de Temuco, esta campaña pone el acento en aspectos que le parecen relevantes: “primero, que la salud y el bienestar no se construye individualmente, es sin duda un trabajo colectivo con un llamado al cuidado y al cocuidado; y segundo que se puede aprender a generar bienestar en sí mismo, en los ambientes que uno habita, aprendiendo a cuidar el cuerpo, a cuidar la salud, la alimentación, el sueño”.
Y agrega que la palabra clave es bienestar. “Muchas veces cuando hablamos de salud mental terminamos hablando de problemas como la depresión o la ansiedad. Pero estas enfermedades o malestares comenzaron hace mucho tiempo. Por ello es importante un programa de prevención que permita a las personas lograr un desarrollo mayor de competencias emocionales y mayor flexibilidad para enfrentar los momentos difíciles de la vida. Hablamos de cosas tan simple y difíciles a la vez, como reconocer y ponerle nombre a las emociones y autogestionarlas”, sostiene.
La académica considera que tras la positiva evolución de la pandemia y el avance de la vacunación, hoy estamos viendo un segundo proceso, que tiene que ver con que muchas personas se han centrado en retomar el trabajo presencial. “Y nuevamente ha pasado a un segundo plano el bienestar y el estado de la salud mental. Por ello esta campaña me parece absolutamente necesaria, para lograr que eso no suceda”, sentencia.

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