Especialista de Mutual de Seguridad señala que si durante este tiempo, has comido sin tener hambre o poco después de haber realizado una comida, lo más seguro es que esta sensación sea movida por ciertas emociones del momento.

 

Viviana Alcaide,
Subgerente Promoción de Salud
de Mutual de Seguridad

Es muy probable que, debido a la pandemia de Covid-19, durante el 2020 y lo que va del 2021 hayamos experimentado sentimientos como la incertidumbre por la duración y el impacto económico que conllevan las cuarentenas, además del miedo por nuestro estado de salud o el de nuestros seres queridos, soledad debido al aislamiento social, estrés al intentar adaptarnos a todos los cambios laborales, ansiedad al experimentar cierto descontrol en todas las áreas de nuestras vidas, etc.

Convivir con diversos tipos de sentimientos en una situación desconocida, dificulta gestionar adecuadamente nuestras emociones, malestar que podría estar afectando distintos ámbitos de nuestra vida, entre ellos, nuestra conducta alimentaria.

Si durante este tiempo, has comido sin tener hambre o poco después de haber realizado una comida, lo más seguro es que esta sensación sea movida por ciertas emociones del momento, haciendo uso, en muchos casos, de opciones alimentarias poco saludables y normalmente comiendo en exceso.
A esto se le conoce como “hambre emocional”, más que hambre real o fisiológica que necesita el ser humano para vivir.

Características del “hambre emocional”

El “hambre emocional” tiene ciertas características que te pueden ayudar a diferenciar del hambre real:

  • Necesidad de comer, aunque no se sienta hambre fisiológica
  • Comer de forma impulsiva y con la sensación de no poder controlarlo
  • Sentimiento de culpa. Suele ser muy común que después del ataque de hambre las personas se sientan culpables porque siguen sin sentirse bien ni satisfechas
  • Comer para estar mejor. Hay un trasfondo en esta conducta que persigue un sentimiento de mejora y bienestar por el hecho de comer, sin embargo, al no resolverse es habitual que la persona se sienta triste, culpable y decepcionada después del atracón.

¿Cómo se puede controlar?

Dado que no obedece a una circunstancia biológica ni natural, la recomendación primaria es que ante este tipo de comportamiento consultes con un profesional, quien te ayudará a dar solución al problema de raíz, identificando y tratando lo que realmente te está perturbando.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *